miércoles, 22 de octubre de 2008

No estoy loca, aunque mi vida sea una locura.


Muchísimas cosas han ocurrido ya. Y continúan ocurriendo. ¿Cuánta riqueza puede albergar una sola vida, o un solo día, o una sola sensación?
Ahora veo como la vida se acomoda, como si un par de manos invisibles hicieran posible una mágica trama de sincronicidades múltiples, todas relacionadas, ignorantes o conscientes de su rol...
Tengo la intensa fortuna de dedicar la mayor parte de mi tiempo y de mis energías a lo que amo: La danza. La danza como eje directriz de mi vida, la danza como la esclavitud que me permite ser libre en mí misma y para mí misma, la danza como lo que me permite aunar todas mis artes que no son si no una sola; el arte del ser creativo, el arte de SER, y entregarse con afán a la revolución contínua de ese "ser". Es eso lo que me permite crear, es eso lo que me permite llevarlo todo en mis manos, sin que se me escape nada, sin enloquecer...
La danza es mi núcleo ahora, y así lo dispuse tiempo atrás cuando tomé la decisión.
Pero mi vida diaria es una pequeña conjunción de locuras entrelazadas. Comienza muy temprano y termina muy tarde. Clases y ensayos, clases y ensayos, más clases y más ensayos. Además, este año quise cumplir otro anhelo: el fútbol. Participo en el equipo universitario hasta donde puedo. Y lo que puedo, lo valoro a pesar del cansancio físico extremo. Despliego en él, otro rasgo de mi esencia, y me sumerjo en la pasión del deporte colectivo, aunque sea sólo por momentos fugaces... Vale la pena. Antes de lesionarme las muñecas estuve llendo a Kung Fu, por un trabajo de investigación relacionado con el movimiento corporal. Vivir mundos paralelos me apasiona.
Me apasiona la pasión, pues soy una enamorada de la existencia, y de la experiencia.
Diariamente escribo mi diario, y diariamente encuentro momentos furtivos para avanzar algunas páginas de un libro.
Ando con mi carpeta con dibujos bajo el brazo, pues los ofresco para vender...
Y cuando hay algún encargo, hago pequeños trabajos de diseño gráfico.
Mi vida diaria es una pequeña conjunción de locuras, pero no es en sí misma una locura. Ando al máximo, pero no me estreso. No es la opción.
Vivo con Nadja, mi hermosa gata negra. Y la amo...
Existen varias personas detrás del milagro de mi vida. Detrás del milagro de vivir enriquecida y creativa. Son parte del plan silencioso...
Y estoy agradecida, muy agradecida... Detrás del dolor, de las pocas horas de sueño, de la a veces ausencia de un momento personal... Está la magia del vivir apasionado, de la aceptación de los regalos, y la responsabilidad que lleva el agradecimiento diario...