miércoles, 28 de enero de 2009

Mar

Qué lejos me siento del sueño simple y romántico, básico y dulce; de formar un hogar al lado de un hombre. Qué lejos...

Hoy, desconozco mi forma de amar a otro ser particular. 

Mi emblema de vida, escrito a sangre en mi inconsciente es: ir más allá. Avanzar, crecer, continuar, elevar, etc. De pronto sucede, que tengo 25 años, que soy artista múltiple, que he amado, he formado hogar con un hombre, he vivido sola, también con exelentes amigas, también he viajado, he vivido en hostales, etc. Me he mudado muchas veces en los últimos cinco años, he tenido una y mil situaciones distintas...  Y hoy, con todas mis cosas arrumadas en cajas y cajas en casa de mis padres, sin tener un espacio propio, sin novio, sin pareja, sin trabajo, sin... en fin; sola, es que viene la pregunta que no espera respuesta...

 ¿Qué fue de todo? Tantas historias que contar, tanto papel escrito, tantos looks, tantas personas, tantos descubrimientos, tantos mundos que he conocido en no-tanto-tiempo y... ¿Qué fue de todo?

Este es el "precio" de lo que tanto me identifica. Desprenderme. Continuar. Movimiento. Flujo. Avanzar en el camino, no en el externo, si no en el propio, interno, el silencioso, el único que puede ser realmente útil trabajar a consciencia. Para eso el arte. O el arte para eso. No me niego a experimentar, a soltar, al dolor, al sufrimiento, a la belleza, a lo raro, a lo pérfido, a lo simple, a lo humano, al universo. Abro los brazos... 

Soy feliz, he elegido. Me duele, he elegido. 

He elegido.

Amé a un hombre, compartí vida con 2, y tuve experiencias con no sé cuantos. Amé a una mujer.

Amar es formidable, un lujo en la consciencia...

Hoy no sé de qué forma amo. Hoy no sé qué podría construír. Hoy sé, que nada de lo vivido puede ser revivido. Nunca amaré como he amado, no sólo es un hecho, si no además una decisión.

Hoy sé además; que el día que vuelva a construír, utilizaré recursos que ayer y hoy desconozco. Confieso que me inquieta desconocer mi propia estructura, pero vale; me entrego a esta incertidumbre desnuda. La vida no tiene nada de lineal ni limitado, y yo soy la vida caminando y escribiendo en un blog... ¡vivir como la vida!

Solitaria la Mar, siempre solitaria, baña a los demás, pero nadie alcanza a abrazarla, ni a navegarla... Son bellos los seres, pero hoy tengo los ojos puestos en la hermosa oscuridad infinita que aparece al cerrar los ojos.