martes, 21 de agosto de 2007

Sobre la naturaleza del ser idiota

Hay muchas cosas que aún se me escapan... Y una de ellas es la naturaleza del sentirse idiota. Por qué me siento idiota en un momento que no varía en nada del momento en el cual me siento feliz a no ser por el simple hecho de que me siento simplemente idiota.
Si repaso mi día puedo ver que a pesar de haber estado algo "impedida" fue un día productivo.
Ayer me rompí los pies en mis clases de capoeira. No porque la clase fuese en sí demasiado fuerte. Si no porque la piel de mis pies estaba muy mamona, pies de muñeca delicada. Hoy desperté temprano y luego de mi exelente desayuno de campeones, expuse mi herida al sol lo máximo posible... Repitiendo las carácteres de mi comida anterior me preparé un almuerzo light y delicioso... Y aproveché mi tiempo para dibujar, y para lavar algunas ropas a mano,... Lo cual fue óptimo, pues había sol y había tiempo -como ya dije-... Después Lorena hizo un café maravilloso que tomamos en la cocina, conversando animadamente y comiendo tostadas con miel... Y yo daba mordidas a mis tostadas y tocaba el cielo con mi nariz a cada zambullida de dulzor que daba... Y después volvía al planeta con cada sorbo del amargo y negro café cargado de vida terrenal... Y qué conversa buenísima con esta mujer anormal. Ella es una brasileña hermosa, madre de dos hijas, joven, linda, extra alegre y muy energética... Me gusta hablar con ella.
Después seguí dibujando, y ahí comencé a odiar el demorar tanto en un dibujo, peor que mientras más demoro, más quiero demorarme, pues mientras más detalle hago, aparecen más detalles por hacer... Y en eso Clara me trajo unas aguas de hierba, pues desde que ya no como de sus comidas llenas de carnes y aceites fritos, ni sus batidos de leche con frutas y medio kilo de azúcar, ella inventa qué traer para que yo llene mi estómago con sus creaciones... Como si el acto de llenar a otros llenase su vida de alguna manera...
Y entonces fue que comencé a sentir mucho sueño, y mucha hambre al mismo tiempo, y me vi envuelta en esas sensaciones incómodas hasta ya sentirme idiota de plano y raíz... Y dada mi obsesión por comer sano y light, me preparé un plato gigante con brócoli al vapor, y una taza de arroz blanco, que no conseguí disfrutar pues en un intento por hacer de al menos una de mis comidas un acto social, comí en una mesa con dos holandesas que cuando dejaban de hablar su deutsch me hablaban en inglés para introducirme en los misterios de su conversación, y en el otro lado de la mesa estaban los brasileños manteniendo una conversación en portugués de la cual también me hacían parte... Que finalmente mientras intentaba comer y saciar mi dolorosa hambre con una comida muy poco calórica y sintiendo al mismo tiempo que me provocaba muy poco (o ningún) placer de comer, pues estaba realmente desabrida, trabajaba mi cerebro para mantenerme pendiente de las conversaciones, y eso me dejó agotada... ... Al parecer todo eso influyó en que una seguidilla de pequeñas y absurdas frustraciones se acumularan y desataran mi idiotez sin caso. Peor que no han pasado ni dos horas y ya siento mi estómago vacío otra vez... (y eso también me provoca cierta frustración y molestia).
La vida es así, (como uno la construye) a veces sin mucha razón razonable para explicar hechos...
Ahora sólo sé que mañana quiero hacer capoeira, pero que mi pie está realmente feo. Ahora sólo sé que cada número que anoto en mi diario "21"(de Agosto) me suena a una cuenta regresiva hacia mi salto al abismo de la verdad. Esa verdad que me espera y que ebulle y se mantiene en estado de ebullición constante para colisionar con ese día y provocar una explosión de emociones, memorias, y desparramos de verdades inminentes de las cuales habrá que hacer limpieza, construcción y decisión al respecto!!!!! ARGH!!!
Creo que bebí mucho café.
4 tazas??
Tal vez.

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