domingo, 16 de septiembre de 2007

Florianópolis (Segunda Parte)

WUHUU, voy a conocer Florianópolis, las playas más famosas de Brasil, voy gratis y voy a aprovechar, tomar sol, rock and roll, correr por la arena, yeah, yeah.
Casi no dormí de pensar en mi suerte. Y pensar que finalmente sí voy a conocer Florianópolis aunque ya había pensado definitivamente que me lo iba a perder, y lo cierto es que no me importaba mucho, pues ya hay tanto de lo cual me estoy perdiendo, que al final de cuentas -me doy cuenta-, no me estoy perdiendo de nada.

Al otro día me levanté muy temprano al salir el sol, para cumplir con mi turno laboral. La buena chica, abogada representante de la existencia de mi buena estrella, se levantó, tomó desayuno y aprovechó de invitar a un par de gringos europeos también, los cuales dijeron que no, pero con muchas ganas de decir que sí.

Quedamos en que ella me avisaría la hora exacta, cuando terminara de visitar a sus clientes. Perfecto "Sólo no me vayas a olvidar" -le dije- "Claro que no" -dijo ella-.


Aún no sé qué fue lo que ocurrió aquel día. Sólo sé que la buena chica no llamó en todo el día, y que yo viví un día completo en función de una espera, sin poderme alejar demasiado de la sala de estar por si sonaba el teléfono, inventando quehaceres que no diluían los minutos, con mucho sueño pero sin conseguir dormir ni en el sofá, ni en la hamaca. Todo lo cual se coronó de un dolor de cabeza, de esos de días con exceso de sol, exceso de inactividad, exceso de cansancio de nada.

Cuando la llamé por la tarde me dijo que aún le faltaban un par de clientes por visitar, pero que me devolvería el llamado luego.

A eso de las nueve de la noche desistí y me fui a mi cuarto.

Me miré en el espejo.

Pensando.

..... ..... .....

Decidí no pensar. Decidí hacer algo. Decidí tomar mi oportunidad. Decidí descargar mi completo día de nada bailando animadamente frente al espejo, con mi repertorio de música mental, y con toda la pasión que me despierta simplemente BAILAR. De aquí, para allá, el brazo, la pierna, el tronco, la cabeza, el pie, todos juntos, separados, de a dos, por turno, divididos, en grupos, clasificados, en direcciones. Tú para allá, y tú bien firme acá. No soy más yo, soy una masa, una bola tratando de girar, soy una araña queriendo ser humana, soy una onda inCORPOrada, soy cualquier cosa.

Simplemente una chica explorando movilidad.

Cuando cansé mi cuerpo caí rendida en la cama, con un nuevo plan y con el dulce olor de la piña que tenía guardada para mi viaje, penetrando mi nariz, y llegando a las profundidades mis sueños.

1 comentario:

tallarin cervecero dijo...

yio he ido 2 veces este año porque mi familia vive alla y floripa es un paraiso ,es hemoso. !!que envidia!!!pasalo bien.
saludos de chile.