lunes, 3 de septiembre de 2007

Sana-Sana-Patita-de-Rana

Hoy, lunes 3 de Septiembre del año 2007, se cumple una semana.

Una semana desde el día en que feliz, entusiasta y energica, asistí a una clase de capoeira. Y tal como otros días en los que me ocurrió lo mismo, mi nivel de endorfinas o serotoninas era tal, que sólo cuando sentí "cierta" especie de lo que supuse era una basurilla incomodándome en el pie, (lo que me hizo mirar al suelo buscando la fuente de mi molestia, pudiendo notar que habían unas misteriosas manchitas de sangre en el suelo), fue que descubrí que nuevamente no era ninguna "basurilla" la que me incomodaba si no que era mi propia piel rasgada, salida y hecha bolita en un costado de la abertura. Abertura al mundo del oxígeno, nitrógeno, dióxido de carbono, y los famosos gases nobles que no sé exactamente qué es lo que los hace nobles... En fin... No hay para qué explicar lo que significa que algo que simplemente no debe estar expuesto al mundo, quede abierto y vulnerable como una banana sin cáscara, totalmente desprovista de su capa protectora ...

Hoy se cumple una semana del incidente. De mi atentado involuntário en contra de mi pie.

Y estoy triste.

Estoy triste porque me duele, y en una semana he sentido dolor y no he sufrido por ello. Pero trabajo todos los días, en un hostel miembro de la federación hostelling international, en Curitiba, Brasilandia, y trabajo todos los días. No soy esclava pero trabajo todos los días. Con cariño, con poco que hacer... Pero trabajo todos los días. En fin, que para una persona que trabaja los días, pero más que eso, que quiere saltar, correr, vivir, bailar, y mil cosas todos los días, acaba siendo difícil... Es una minúscula herida, miserable porcentaje de la superficie total de piel que cubre mi cuerpo, que me está jodiendo porque simplemente no cierra. Y hoy llegó un grupo de 80 personas al Hostel y todos están muy ocupados y yo también tengo que estar ocupada y cada paso es un dolor en mi herida, o un cojeo y por tanto un dolor en mi pierna sana.

Por eso hoy he llegado a un punto de frustración y quiero estar triste. Me salí de la recepción y me escondí en un cuarto-guarda-cachureos para llorar detrás de la puerta. No me fue posible llorar mucho porque en verdad no tengo mucha tristeza. Pero quiero darles un chute a todo este montón de gente que sólo viene a pedir cosas y yo les sonrío diametralmente mientras doy mis dolorosos pasos. Oh pobre de mí!! Oh infelicidad !! Oh injusticia !! je je je...

Peor que son de una zona de Brasil con un acento de mierda que me cuesta mucho entender... Y cuando descubren que no soy local (tarde o temprano lo descubren si son preguntones y me hacen hablar) comienzan a hacer muchas más preguntas, y se instalan felices a conversar con la chilena que sólo quiere estar sola y en paz.

Y sin embargo también hoy "salté en una pata" porque me dijeron que voy a ir a la playa la próxima semana. Y me desquitaré corriendo descalza por la arena en bikini hasta tener mis piernas maravillosamente musculosas, agotadas, y doradas por el sol.

Soy muy feliz incluso en mis tristezas.

Gracias.

4 comentarios:

Unknown dijo...

Yo también tengo una tristeza, que no sé donde me la agarré. Pero siento que si llorara, de esos llantos antes de acostarme, a la mañana siguiente despertaría dándome cuenta de cómo tengo que hacer las cosas que quiero hacer, con los ojos enjuagados y la mirada limpia, el corazón lavado.

Supongo que estoy cansado.
Supongo que también estás cansada.

Supongo que la tristeza es hermana del cansancio.

Mar dijo...

Sí... Y si no hermana, al menos pariente cercano. Tal vez era el punto al cual quería llegar haciéndote preguntas. Está claro que la vida no es una línea, y que para todo tiene que haber un momento de quiebre. Todo lo que evoluciona tiene que pasar por ciclos. Si no, no evoluciona. Y tú estás dentro del proceso, porque no eres un alma quieta, y es eso lo que te hará destacar. Vive tu momento de cansancio, tu momento de tristeza, que es lo mejor que puedes hacer. Darle su bien merecido espacio.
Gracias por el comentario.

Guitarrero dijo...

A veces la más mínima cosa ya nos hace rebosar, así que estoy de acuerdo en que debe ser por cansancio.

Por acá se dice aquello de "Del suelo no se pasa". Tras un rato malo-malísimo, que no venga otro peor sino una cuesta empinada que lleve hacia arriba.

Daniel Zevallos dijo...

Hola, si te interesa por qué se llama a algunos elementos "gases nobles" es por su casi nula unión con otros elementos; algo así como los Nobles que no se juntan con la plebe.
Te felicito por expresar tu libertad y buscar un sentido de felicidad en nuestra existencia. Suerte...